Debido a los procesos de cambio en distintos sectores que vivimos en todo el planeta, las empresas han empezado a implementar políticas mucho más inmediatas para combatir las necesidades globales dentro de su organigrama interno y externo. A raíz de ello, los ODS (objetivos de desarrollo sostenible) se han convertido en parte de la columna vertebral de las organizaciones para combatir problemáticas mundiales que nos afectan a todos.

Desde épocas antiguas el uso de la madera ha sido una constante en la vida de los seres humanos. Su versatilidad y facilidad de acceso la posicionaron rápidamente como un elemento que suplía todo tipo de necesidades (vivienda, transporte, construcción, por mencionar algunos).

En este país la acumulación de tierra es un pecado mucho más grave que la captación de dinero. Históricamente, la tierra ha sido el “eje del mal” en nuestra nación, pues a causa de ella se han forjado grandes problemáticas ambientales, económicas y sociales que han suscitado desafortunados capítulos dentro de nuestra historia como el paramilitarismo, las guerrillas, el narcotráfico y el auge de la droga, por mencionar solo algunos.

El Mercado de Carbono en Colombia se ha consolidado como el escenario en el que finalmente se habían conseguido los recursos económicos para invertir en el ambiente; sin embargo, el panorama sobre el destino de estos dineros no es claro, y aún más preocupante, parece que se está embolatando.